Eléctrica y bidireccional: la movilidad combina energía y transporte

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3 de diciembre de 2024 9:30:00 EET

La electrificación del transporte no es sólo una solución para descarbonizar el sector de la carretera. También podría revolucionar la forma en que gestionamos la energía en Europa. 

Una tecnología emergente está llamada a cambiar las reglas del juego: la recarga bidireccional, o vehículo a red (V2G), que convierte los vehículos eléctricos (VE) en "baterías sobre ruedas". He aquí cómo esta innovación podría ahorrar miles de millones de euros al tiempo que reduciría la huella de carbono del continente.

Vehículos a la red.

 

Una solución para los picos de consumo y el excedente de producción de energía verde

Según un estudio de los institutos Fraunhofer ISI y ISE para Transporte & Medio Ambiente (T&E), los vehículos eléctricos equipados con tecnología V2G podrían ahorrar hasta 22.000 millones de euros al año de aquí a 2040 a los sistemas energéticos europeos, lo que representa una reducción del 8 % en los costes asociados a la construcción y explotación de redes.

El principio es el siguiente: durante las horas de baja demanda, los vehículos eléctricos almacenan el exceso de energía producida por fuentes renovables como la eólica y la solar. Esta energía se devuelve a la red en las horas punta, reduciendo la necesidad de baterías estacionarias, con una reducción potencial del 92% para 2040. Al incorporar hasta un 40% más de capacidad solar, los vehículos eléctricos podrían suministrar el 9% de las necesidades anuales de electricidad de la UE y convertirse en el cuarto "proveedor" de energía del continente.


El inspirador ejemplo de Utrecht y el Renault R5

La ciudad de Utrecht, en los Países Bajos, es un ejemplo perfecto del potencial de la tecnología V2G. MyWheels, la principal plataforma de carsharing de los Países Bajos, ha encargado 500 Renault R5 equipados con esta tecnología. Estos vehículos no solo transportan pasajeros: cuando están aparcados, ayudan a estabilizar la red eléctrica local. Las baterías de 52 kWh de estos R5 pueden liberar la electricidad verde almacenada para cubrir el 10 % de las necesidades de flexibilidad de la región en horas punta.

Este proyecto es un paso más hacia la estabilización de la red eléctrica local.

Esta iniciativa se basa en la transición energética de la ciudad, que ya aprovecha los paneles solares instalados en el 35 % de los tejados. Los usuarios también pueden beneficiarse de un ahorro directo: cargando sus vehículos fuera de las horas punta y vendiendo la energía durante los periodos punta, podrían cubrir hasta el 50 % de los costes de recarga en casa.


Ganancias económicas para los automovilistas eléctricos y la red

El estudio de Fraunhofer revela que los conductores de vehículos eléctricos pueden reducir su factura eléctrica hasta en 780 euros al añogracias a la recarga bidireccional. Esta solución no sólo es económica, sino también sostenible. Contrariamente a la creencia popular, también puede extender la vida de las baterías en un 9 % manteniendo su carga en un rango óptimo.

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El sobrecoste inicial de esta tecnología sigue siendo bajo : un terminal doméstico bidireccional cuesta alrededor de 100€ más que un terminal convencional, una inversión rápidamente compensada por el ahorro conseguido.


Las normas y la interoperabilidad son los obstáculos actuales

A pesar de sus promesas, la tecnología V2G se topa con obstáculos normativos y técnicos. En la actualidad, los fabricantes de automóviles se dividen entre sistemas bidireccionales basados en corriente alterna (CA) o corriente continua (CC), lo que limita la compatibilidad entre modelos y terminales.

Para liberar el potencial de esta tecnología, la Unión Europea debe adoptar normas comunes que garanticen la interoperabilidad.


Los vehículos eléctricos como protagonistas de la transición energética

Al permitir almacenar y redistribuir la energía verde, las baterías de los coches contribuyen a estabilizar las redes eléctricas, integrar más fuentes renovables y reducir los costes para los usuarios.

Los vehículos eléctricos son protagonistas de la transición energética.

Proyectos como el de Utrecht, que combinan el uso compartido del coche y el V2G, ilustran cómo esta tecnología puede beneficiar al mismo tiempo a las ciudades, los electromóviles y el medio ambiente. Para aprovechar todo su potencial, Europa tendrá que superar los obstáculos normativos y fomentar la adopción de normas armonizadas.

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